Hola:
Hoy quiero comentarles sobre algo muy bueno que está pasando en Venezuela. Como todos sabemos el actual presidente de Venezuela ha tenido prácticas muy extrañas en su gobierno, y creo que a muchos nos pasa que cuando pensamos en Venezuela pensamos en esas cosas, que generalmente son muy negativas. Como siempre, las apariencias engañan.
Aunque efectivamente Venezuela se ha visto invadido por delincuencia, violencia y críticas hacia su gobernante, en éste país no todo es malo, ya que todavía hay gente que está decidida a hacerle el bien a su país. Con ésto me refiero específicamente al ex ministro de cultura, consejero económico, pianista y director de orquesta José Antonio Abreu.
En el año 1975, el panorama en Venezuela no pintaba mucho mejor que ahora, sin embargo éste hombre se atrevió a hacer algo que nadie había hecho: apostarle a la cultura para beneficio de su país. Su idea fue muy simple: crear un sistema de orquestas juveniles que sacara a los niños, adolescentes y adultos jóvenes de las calles, ya que éstas estaban, como ahora, llenas de violencia y drogadicción.
El secreto de “El Sistema” (que es el término que se le da a la red de escuelas y orquestas en Venezuela creada por el maestro Abreu) está en el propio sistema de enseñanza: el que alguna vez fue alumno se hace maestro con el tiempo, enseñando a los más pequeños sin importar el nivel o edad que ya tengan. Ésto es, en palabras del cellista Julian Lloyd Webber (hijo del reconocido compositor Andrew Lloyd Webber) un “círculo virtuoso” que hace que el ambiente en cada uno de los salones de clases, e incluso en las calles, sea de una energía incomparable.
El proyecto poco a poco rindió sus frutos, y en la actualidad es palpable el cambio social en las calles de Venezuela, ya que en lugar de pandillas hay orquestas de cámara y en lugar de armas los niños, adolescentes y adultos jóvenes cargan sus instrumentos musicales.
Obviamente la atención internacional no se hizo esperar, a tal grado que en 2007 el actual director de la Filarmónica de Berlín Sir Simon Rattle empezó una campaña para que se le considerara en las nominaciones al Premio Nobel de la Paz, y de hecho se rumora que desde ese entonces lo han considerado varias veces, aunque no ha tenido la fortuna de ganar. Ésto no quiere decir que no ha sido reconocido, ya que en 2008 ganó el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Artes por su labor en Venezuela.
Hay que reconocer que el trabajo todavía no termina, ya que las calles de Venezuela todavía no están limpias de delincuencia, pero ha habido un gran cambio, sobre todo de mentalidad: el sacar adelante a la sociedad no dándole de comer migajas, sino abriéndoles puertas para que ellos mismos se impulsen hacia adelante, haciéndoles ver que la cultura es una opción viable para tener un mejor país y ser una mejor persona.
Ahora pensemos... si Venezuela pudo... ¿Por qué nosotros no?
Por último, los dejo con una presentación de la principal orquesta de "El Sistema", con su excelente director Gustavo Dudamel (el actual director de la Filarmónica de Los Ángeles, obviamente egresado del sistema).
